Autor/ David Alcácer
Imagen/ Bump, Natlockwood, Mammal, blog Olympique-Massilia
Jesús Ramos, en su columna del diario Marca (del que fue director en los ochenta), se remonta al primer tercio del siglo veinte para rastrear el origen de las retransmisiones deportivas en directo. Ramos cuenta como en 1927 el periódico Het Hansdelblad de Amberes decidió narrar el partido de balompié que disputaron Holanda y Bélgica… a través del teléfono (el sonido era amplificado por unos altavoces). Un año después, la celebración de un Real Madrid-Real Unión de Irún -semifinales de Copa- provocó la primera retransmisión radiofónica. Y, además, en cadena: la señal de Radio Madrid llegó a otras emisoras de Unión Radio (las de Barcelona, Bilbo, Sevilla, Salamanca y Donosti). Estas experiencias se repitieron en los siguientes años (en 1929 Carlos Fuente Peralba narró el España-Inglaterra desde el ya inexistente estadio Metropolitano) pero hasta 1954 no tuvieron una periodicidad semanal, año en el que comenzó el Carrusel Deportivo de Vicente Marco.
Pero en el anterior post, dedicado a los derechos de retransmisión de la liga española de fútbol, nos topábamos con un planteamiento alejado del romanticismo de antaño, tanto en lo deportivo como en lo periodístico. Donde antes había épica y cercanía entre plumillas y deportistas hoy se abre, sobre todo en la élite, un abismo en el que hacen su aparición el lujo, las exclusivas, la desconfianza provocada por los medios dedicados al cotilleo, los intereses de los grupos de comunicación y sus canales de pago, los contratos de imagen, los eventos patrocinados, la apertura de nuevos mercados internacionales, la venta de camisetas…
Mientras en España la LFP intenta sacar tajada de todos los soportes en un momento especialmente difícil en lo económico e igualarse con las ligas inglesa, italiana o alemana, es momento para repasar otros casos recientes de comercialización de derechos en radio: Fórmula Uno, Liga de Campeones, NBA o NFL.
Las radios francesas boicotean el ManU- O.M.
Nos trasladamos a tierras inglesas donde, por cierto, los clubes se reparten doce millones de libras obtenidos gracias a la venta de los derechos de retransmisión radiofónica de la Premier League.
Pero Europa no es una balsa de aceite en este campo: Las radios francesas, públicas y privadas, decidieron de forma conjunta boicotear el encuentro de octavos de final de la Liga de Campeones que disputaron Manchester United y el Olympique de Marsella en Old Trafford por los elevados derechos exigidos por el club británico para su retransmisión. Las cadenas estaban dispuestas a llegar hasta los cuatro mil euros pero el United exigió primero 26.000 y, más tarde, 13.000 euros a cada cadena.
Para situarnos, en un reciente choque Brotons vs. Lama en COPE, éste último aseguró que la cadena había pagado 17.000 euros por retransmitir la Supercopa de Europa, 25.000 por la final de Champions y, en este caso la SER, 20.000 por toda la Copa del Mundo (intuyo que la cantidad es mayor pues añadió que esa era la cantidad «IBC aparte«, es decir, el International Broadcasting Convention o cuartel general de los medios durante los grandes eventos). Brotons aseguraba una y otra vez con vehemencia que las cantidades abonadas eran mayores.
Pese a la rebaja en sus pretensiones las cadenas galas consideraron exorbitante la cifra. Finalmente, enviaron periodistas al estadio exclusivamente para las entrevistas post-partido en una medida inédita hasta la fecha, nunca antes en la Liga de Campeones había sucedido un plante consensuado.
Varias dudas: Si en esta competición ya se realiza una comercialización conjunta de los derechos, ¿por qué el United fija sus tarifas? ¿Han pagado las cantidades exigidas por el ManU las cadenas españolas cuando un equipo patrio ha jugado ante el conjunto británico? ¿Se ha planteado una posición de fuerza de las cadenas radiofónicas a nivel europeo?
La Fórmula Uno declara la guerra a las retransmisiones pirata
«A la Fórmula Uno ya no se le puede considerar deporte minoritario en España, a veces es lo más seguido incluso por delante del fútbol. Pero venimos de una situación de vacío y ahora se vuelca La Sexta, Marca TV, las autonómicas, lo retransmiten también las radios…”
[Flavio Briatore, comentarista en Radio Montecarlo y ex-director deportivo de la escudería Renault]
Con la explosión de Fernando Alonso, un deporte que no pasaba de ser un ilustre desconocido en España (sobre todo en comparación con el Motociclismo de los Nieto, Aspar, Pons o Crivillé) fue ganando adeptos/as y espacio en los medios. La compra por parte de Telecinco de los derechos televisivos fue el impulso definitivo pues, a diferencia de TVE, cuidó el producto rodeándolo de un atractivo empaquetado: Previa y post, emisión de la clasificación previa, apoyo en informativos, notoriedad de Antonio Lobato o Gonzalo Serrano,… Cuando llegaron los tiempos duros, con Alonso lejos del podio y ya en La Sexta, las audiencias se mantuvieron con dignidad.
Las cadenas de radio, pues, no pudieron dar la espalda a un fenómeno con tales índices de audiencia. Y eso que la cobertura televisiva excede el sentido común: Actualmente una cadena de alcance estatal y tres televisiones autonómicas (TV3, Canal 9 e IB3… con dinero público, claro) retransmiten cada Gran Premio.
Curioso: En Motociclismo los pilotos españoles tienen un largo historial de victorias que, a día de hoy, sigue creciendo pero las cadenas de radio nunca le han concedido el favor de las retransmisiones en directo. Cuestión de números, la audiencia es buena temporada tras temporada pero pocas veces excepcional. ¿Cambiará algo ahora que la próxima temporada se emitirá por TeleCinco? No creo, TVE aprendió del error y dio el resto con las retransmisiones de Moto GP y compañía calcando el estilo del equipo de Lobato y, aún así, la Fórmula Uno obtiene mejores audiencias. El planteamiento actual (motos y bólidos se relevan cada fin de semana) permitiría afianzar un espacio dedicado al motor. E imagino que Dorna, propietaria y gestora de los derechos, facilitaría la jugada sin por ello renunciar a sacar tajada. Pero no parece probable, eso sí, si una cadena se lanza el resto la seguirán (me refiero, sobre todo, a COPE-SER-OCR, que practican el marcaje al hombre). Y eso que hay motos que lucen el logo de Los 40 (incluso hay sección motera en Anda Ya) o de Europa FM. Es decir, el producto es atractivo especialmente para la audiencia más joven (la presencia de Tuenti como patrocinador refuerza la teoría).
Lo cierto es que los programas dedicados al motor, presentes en todas las parrillas, se reciclaron en retransmisiones en directo a las que aún les queda un amplio margen de mejora: El formato no está tan rodado y engrasado en España como sucede con el ciclismo ni tampoco hay apenas referentes.
Ah, el ciclismo; Vivió momentos dorados –el último durante los ochenta y hasta mediados de los noventa- en los que se dedicaban horas y horas a los desenlaces de las etapas, en los que las conexiones trufaban toda la programación y que los programas resumen tenían entidad propia. Pero, tras la retirada de Indurain, ni Olano ni Beloki (entre otros) respondieron a las expectativas creadas (era misión imposible). De esta forma, el ciclismo (Vuelta y Tour) abandonó la primera cadena de TVE para trasladarse a La 2 (ahora en Teledeporte). Y si el Giro de Italia llegó a ofrecerlo TeleCinco terminó cayendo al ostracismo (Localia, VEO 7, Eurosport). En radio, las retransmisiones del fin de etapa se convirtieron en molestas interrupciones de los programas de tarde pese a su brevedad e, incluso, fueron exiliadas exclusivamente a Internet.
Es de sabios y sabias aprender del mal ajeno: ¿Qué sucederá cuando Alonso se retire? Se confía en que el virus que ha inoculado el asturiano se traduzca en patrocinadores y nuevos pilotos pero también es probable que el interés languidezca. Parece que será lo primero: Dos grandes premios en la península, una escudería que lucha por sobrevivir, Alguersuari en la órbita de Red Bull, un puñado de jóvenes pilotos buscando su oportunidad,…
Actualmente, Fórmula SER, conducido por el siempre efectivo David Alonso (nunca mejor dicho con ese apellido) recuperó el motor para la SER y tiene un hueco reservado los domingos 15 a 15:30h. que se extiende cuando coincide con un Gran Premio (como excepciones, los celebrados en Asia, que coinciden con la madrugada, y los de América, por la tarde, son incluidos en Carrusel). El problema viene cuando SER apuesta por la Fórmula Uno sin por ello renunciar al informativo. Mientras los coches dan la vuelta de reconocimiento comienza Hora 14, que es interrumpida por la retransmisión que, de nuevo, se ve obstaculizado por otro tramo informativo. Mal negocio: Este sistema no engancha a las y los aficionados ni a quienes quieren conocer la actualidad del día.
En COPE, que con la llegada de Paco & Pepe calca a la que fuera su cadena (podcast temáticos, deportes a las 20:30,…), se hicieron con los servicios de otro ex-Grupo PRISA, Carlos Miquel, que ejercía de corresponsal del diario AS. Miquel, no especialmente dotado para la radio, fue escoltado primero por Heri Frade y, actualmente, por Rubén Martín, uno de los todoterreno del equipo de deportes (le pierde su afición al comentario chistoso desafortunado). El programa en cuestión, COPE GP, se emite, como no, los domingos 15 a 15:30h.
Y Onda Cero, la tercera en discordia, propone RadioEstadio del Motor, presentado por Rafa Fernández con la participación de Marco Canseco (el especialista de F-1 de Marca), huye de la contraprogramación y se emite también los domingos pero en horario nocturno, prologando a Al primer Toque. Ah, entre las autonómicas, Catalunya Ràdio, que retransmite en directo las carreras con la narración de Oriol Rodríguez y los comentarios técnicos del ingeniero Joan Villadelprat.
Pero volvamos con la COPE, el pasado mes de abril su equipo de deportes desembarcó en Málaga en plena gira promocional. Allí Paco González protagonizó una conferencia (más bien un encuentro en un abarrotado salón de actos) con sus fieles seguidores. Será porque el tema no le quita el sueño o porque se encontraba con la confianza que otorga el viento a favor, el caso es que se sinceró y contó su visión del asunto que nos ocupa:
“En televisión manda quien tiene los derechos de una competición, el resto de cadenas le dedica un minuto y punto. No quieren promocionar Fórmula Uno para que otra cadena se forre. En radio hacemos lo que podemos, para nosotros hacer una retransmisión implica que luego nos estén persiguiendo porque nos piden una salvajada de dinero por narrar un Gran Premio”.
Y, de esta forma, parece reconocer que COPE comenzó la temporada retransmitiendo las carreras sin haber abonado los correspondientes derechos al señor Ecclestone, que no perdona una: O la cadena paga o ponen fin a las retransmisiones. En contraste con la COPE se encuentra la citada Catalunya Ràdio, que abona religiosamente lo solicitado por Mediapro, propietaria de los derechos en España hasta la temporada 2013. Pero COPE no es el único caso. Según El Confidencial Digital, se han valorando diferentes medidas para controlar el acceso de ciertos enviados especiales a los circuitos. En contraste, Bruno Llamas, del diario Marca, asegura que «en Fórmula Uno no se cobra absolutamente nada a los narradores por hacer su trabajo en los grandes premios que se celebran en España«. Entiendo que a los periodistas españoles y cada uno o una en su país. No deja de ser un detalle de cortesía.
All Star y SuperBowl, retransmisiones frustradas
La rivalidad SER-COPE se trasladó también a los especiales anuales. La tradición la comenzó a mediados de los dos mil el antiguo equipo de Carrusel Deportivo con una madrugada que parecía una extensión de la controvertida primera hora del sábado: Desfase, cachondeo, colegueo, a veces contagioso, en otras sonrojante. En cualquier caso, una reunión de fieles con el deporte en segundo plano pese a mandar a enviados especiales al evento, la final de la NFL, la retransmisión deportiva más vista en EE.UU., sólo comparable a la final de la Liga de Campeones en Europa. Es decir, de escasísimo interés para la audiencia de la SER.
La gente de RadioEstadio, visto el éxito de la convocatoria decidieron hacer lo propio, a imagen y semejanza de Carrusel, con el All Star de la NBA, partido de exhibición que reúne a la estrellas de la liga. Al menos el baloncesto tiene arraigo entre la afición. Además, cobró renovado interés cuando Pau Gasol se convirtió en habitual de esta cita. Han seguido sus pasos en esRadio (el equipo de Tirando a Fallar, al igual que Radio Marca, también retransmitió The Finals, es decir, los entre cuatro y siete partidos que deciden el campeón de la NBA cuando participó en ellos Gasol enrolado en los Lakers).
Así que nos plantamos en la presente temporada luchando por la legitimidad y autenticidad de su oferta. Unos cuentan con el equipo casi al completo de los últimos lustros, los otros/as con algunas piezas reconocibles y la denominación. No hay color; Gusten o más o menos (a mí no me entusiasma, la verdad), la retransmisión gamberra de madrugada o la primera hora del sábado son creación de Paco, Pepe y compañía. Toda imitación amenaza con convertirse en un pastiche artificial y eso fue lo que sucedió como bien apunta la crónica de RadioChips. Resumiendo –la cronología es ya bien conocida-, en Cadena SER anuncian la tradicional retransmisión de la SuperBowl que no era tal pues la gran mayoría de sus protagonistas ya no se encontraban en la plantilla de la cadena. En COPE, el equipo de deportes lamenta faltar a la cita.
Se propusieron alternativas atractivas como la retransmisión, de nuevo, de la final de la Copa del Mundo. Tenía su lógica, Paco González no pudo contarla con el resto de su gente (él en TeleCinco, su equipo aún en la SER). No se si esta idea no fructificó por no faltar al respeto a quienes la relataron en su momento en COPE o porque la FIFA también quería cobrar (no es tan descabellado, TeleCinco tuvo que pasar por caja de nuevo cuando repitió el España-Holanda en el primer aniversario).
Ah, pero la SuperBowl, para los fieles de González, Castaño y Lama es, a estas alturas, un símbolo, el día que Jorge Hevia, habitualmente efectivo y sobrio, sacó los pies del tiesto ¿Cómo? ¿Aún no conoces la historia?
COPE reaccionó anunciando la retransmisión del citado Partido de las Estrellas de la NBA. Lo que en la audiencia de COPE fue decepción al saber que no habría SuperBowl/noche de farra se convirtió en ridículo si hablamos de la SER, que en pocas horas anunció (cuñas incluidas) y anuló la velada del All Star. Sí, de nuevo, temas de derechos. El Confidencial Digital desentrañó, en su momento, los pormenores del asunto:
“El enfado en la dirección de Cadena SER es monumental pues se anunció la retransmisión del All Star y se tuvo que anular a última hora porque no habían adquirido los derechos. Para poder ofrecer el partido la NBA exige el abono de los derechos de retransmisión y, por otro lado, un plus para poder acceder a una cabina en el Staples Center, cancha de Los Ángeles donde se celebra”.
La Liga española de fútbol repite el órdago de 1989 con el canon a las retransmisiones
“La intención de fijar un canon a las emisoras y la dispersión de partidos a lo largo del fin de semana dejarán tocados de muerte a los carruseles de las distintas emisoras (…) Qué lástima que algunos se olviden de que si la Liga es lo que es se lo debe a esa radio de los ochenta, que con sonido y palabra televisaba el fútbol para todos los rincones de España”.
[Andrés García en Marca]
«El fútbol sin radio no se entiende y la solución es facilísima. Nosotros pagamos, pero también cobramos. Me explico. La radio hace del fútbol un espectáculo y le dedica horas y horas. Perfecto. Eso hay que pagarlo, por parte de las radios. Pero la radio está siete días calentando el partido, llenando el estadio, y eso también se paga, por parte de los clubes (…) Están condenados a entenderse porque hoy también es difícil pensar la supervivencia de la radio sin el fútbol».
[José María García entrevistado en ABC]
Para comenzar, dos citas de un par de Garcías: Una de un clásico de la vehemencia y la otra, más nostálgica y con un punto de amargura debido al canon que nos ocupa pero también al intento de atraer al público asiático con los cambios de horarios alcanzando incluso el mediodía. ¿Probamos con otra cita más cínica para empezar?
P.- El Mundial es un evento muy seguido, pero ¿realmente compensa a las radios emitirlo? ¿los costes compensan?
R.- No compensa en ningún caso. FIFA es una máquina de ganar dinero y sus métodos recaudatorios resultan impresentables.
[Agustín Castellote en el blog Deportspain tras la tormentosa renuncia de Ángel González Ucelay]
Castellote, ahora ya fuera de Punto Radio, nunca se mordió la lengua, ni siquiera en un tema farragoso (demasiadas legislaciones) y pantanoso (demasiados intereses en juego) pero clave para las cadenas de radio, cuyos ingresos económicos se sustentan en la programación deportiva: No hay más que ver como la llegada de los ex-Carrusel cambió la cara de COPE o como cada vez son más –en cantidad y variedad- las retransmisiones que jalonan la parrilla, sustituyendo a informativos del mediodía (como la Fórmula 1 ¿Pronto también las motos tras su mudanza a TeleCinco?) o tertulias nocturnas (Liga de Campeones, Copa, selección y, últimamente, selección sub 21, de baloncesto, Europa League, partidos de promoción a Primera y lo que haga falta).
Sólo el ciclismo ha ido a menos en cuanto a presencia en antena con respecto a la etapa dorada, esa en la que Perico Delgado daba espectáculo e Indurain superaba récords, con José Mª García o De la Morena jugándose el tipo a bordo de motos y sin la presencia continua de la sombra del dopaje.
Pero en toda Europa -España incluida- reina, por encima del resto, el balompié (en Gran Bretaña se suma el rugby, en Grecia el baloncesto, en Francia el ciclismo,…) A algunos medios no les salen las cuentas: Viajes, dietas, costes tecnológicos, pago de derechos,… Es el caso de esRadio o Punto Radio, que durante el fin de semana atienden la demanda de retransmisiones pero, entre semana, apuestan por pescar a la audiencia ajena al tumulto deportivo que sigue buscando información y opinión política. Y, por si fuera poco, aseguran que vivimos la Edad de Oro del deporte español. No es un secreto que más de una o un responsable de cadenas de radio (o de radio locales) ruega por lo bajini por la eliminación del equipo de la ciudad de la competición europea de turno que obliga a desplazamientos a Europa del Este o los países nórdicos.
Ya muy lejos de romanticismo de antaño, las competiciones deportivas en el siglo XXI son espectáculo, venta de merchandising, contratos de imagen, pay-per-view, venta de derechos, apertura de nuevos mercados, estrellas globales, campañas planetarias, Alta Definición,… Resumiendo, negocio. Vamos con el balompié español, que está de actualidad, y luego con algunos otros casos desarrollados en los últimos meses (Fórmula Uno, Liga de Campeones, NBA, NFL) y que marcan por donde andan los tiros en este asunto.
2011: Se repite la jugada de 1989, ¿Será la definitiva?
En el invierno de 2010, Javier García Matallanas desvelaba los planes de la Liga de Fútbol Profesional:
“Revolución hertziana con el anuncio de Javier Tebas de que las emisoras de radio pueden empezar a pagar derechos a los clubes por la retransmisiones ha provocado un gran revuelo en el sector. La idea de la Liga de Fútbol Profesional pasa por empezar a desarrollar los mecanismos para el cobro de esos derechos a partir de la segunda vuelta, aunque la facturación no se desarrollaría totalmente hasta dentro de dos temporadas. ¿Cuánto podrían ingresar los clubes por estos derechos radiofónicos? Pues quieren contar con un porcentaje, entre el quince y el veinte por ciento, de la facturación que tienen las emisoras de radio en programas de retransmisión deportivos. Según los datos que maneja la LFP, las emisoras facturan en torno a 120 millones de euros en este concepto por lo que los clubes podrían recaudar 24 millones de euros… Un buen pellizquito”.
El tema se retoma una vez terminada la temporada 2010/11 y la cantidad queda fijada en casi dieciséis millones en un acuerdo que se extiende hasta junio de 2014 según David Oller, del diario AS. Si atendemos a Raúl Piña, del diario El Mundo, los clubes planean recaudar más de diez millones en este concepto. Veinticuatro, dieciséis, diez,… En cualquier caso, nunca más del cuatro por ciento del total que recaudan actualmente. ¿Merece la pena enfrentarse a las cadenas de radio por el chocolate del loro? ¿O en tiempos de crisis es una cantidad a tener en cuenta? Tiempos de crisis para clubes y también para medios de comunicación que, a diferencia del fútbol, no cuentan con un trato diferenciado por parte del fisco. Así detalla Oller la comercialización de los derechos:
“Mediapro ha encargado a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) la comercialización de los derechos radiofónicos (…) de forma que las radios seguirán el esquema de pago de las televisiones en el Campeonato de Liga BBVA (Primera división), Adelante (Segunda) y Copa del Rey excepto la final. La cifra que deberán abonar a la LFP asciende a 15,8 millones de euros que las radios se repartirán según sus ingresos publicitarios y su audiencia en el último EGM. La comercialización será consensuada entre la LFP y Mediapro y se realizará mediante un proceso de petición de ofertas, respetando la igualdad de oportunidades y garantizando la transparencia del proceso de adjudicación”.
No se trata de una norma facultativa: La intención es imponer sanciones a los clubes que permitan el acceso a emisoras de radio no autorizadas. Es decir, que no hayan pasado por caja. El acuerdo también contempla los derechos no exclusivos de las retransmisiones para emisoras de radio que pertenezcan al propio club (el Real Madrid se deshizo de la suya cuando regresó Florentino Pérez a la presidencia pero, por ejemplo, siguen funcionando Sevilla F.C. Radio o Radio Betis, a las que se suman las RTV autonómicas que poseen los derechos de cierto club o, por ejemplo, esRadio Córdoba, que es la emisora oficial de la ciudad andaluza).
La Asamblea de la LFP del doce de julio aprobó el Reglamento de Control Económico, que intentó sentar las bases de una regulación de “las normas de supervisión económico-financiero a los clubes, promoviendo su solvencia y protegiendo su viabilidad a largo plazo”. ¿Logrará aportar una inyección de lógica al sinsentido lamentable en que se ha convertido el fútbol español? (21 de los 22 equipos europeos en ley concursal son españoles). En el citado reglamento se incluye una declaración de intenciones algo ambigua: “Se ha decidido seguir avanzando en lo relativo al convenio de explotación de los derechos de radio”.
Algunos medios señalan como hay clubes que no respaldan el canon a las cadenas de radio para la transmisión de partidos por miedo a posibles ataques mediáticos. José Luis Astiazarán, presidente de la LFP, contó como se han analizado diferentes formas de aplicar el canon teniendo en consideración los datos de audiencia o el alcance de la cadena (o emisora) y se refirió al modelo que ya se aplica en países como Alemania e Italia (en competiciones europeas, según Paco González, sólo se paga por retransmitir la final de Champions o de Europa League) para concluir:
«Queremos un modelo respetuoso con el derecho a la información y que todas las emisoras de radio tengan mejores condiciones de trabajo y productos que puedan valorar si les conviene explotar. Esta medida va a ordenar el mundo de la radio y las retransmisiones y queremos escuchar a todas las cadenas (…) Hemos empezado a ordenar y configurar el sistema de derechos de radio, aún es prematuro hablar de cantidades pero será proporcional a la audiencia (…) Supondrá un trabajo que hagamos junto a los operadores«.
Pero los operadores no quieren ni sentarse a escuchar. Cuando Astiazarán dice “ordenar” quiere decir marcar diferencias, sin duda va a existir una ventaja competitiva de cara a la contratación publicitaria entre quienes cuenten con los derechos de retransmisión y las emisoras que no, especialmente a nivel local. También se habla de ofrecer «paquetes con valor añadido pero sin exclusividades”, es decir, no habrá un límite máximo de cadenas que retransmitan el fútbol ni que, pagando más, gocen del citado valor añadido ¿Se refiere al acceso a palco en la previa y al descanso, vestuarios y terreno de juego en el post-partido? Cadenas con trato VIP, vaya. ¿Atraerá más audiencia unas declaraciones exclusivas que un narrador/a de partidos con tirón?
Gracias a Albiazules y Odiel Radio podemos pulsar la voz de los propios clubes, en concreto del decano del balompié español, que ahora milita en Segunda División. Nardy Lafuente, jefe de prensa del Recreativo de Huelva informó a los medios locales:
«Nos han convocado a todos los responsables de prensa de Primera y Segunda en la sede de la Liga. Ahí nos explicarán el tema este de los derechos de radio. Solamente nos han solicitado un dossier de las instalaciones de radio que posee cada estadio de la LFP (…) Como pasó con las televisiones, los clubes se desmarcarán del tema de acreditaciones y será la propia Mediapro la que canalice todo el tema de acreditaciones, y de acceso a los estadios, ya que han adquirido los derechos».
El presidente del Recre, José Miguel de la Corte, da una de cal y otra de arena asegurando que «la cosa se pone fea para las emisoras» para luego asegurar «no creo que sea para tanto, en la Liga se ha dejado claro que hay un respeto a las emisoras locales, que hacen más que las nacionales y creo que se entiende lo que digo: Son más y están más cercanas, sobre todo en las ciudad que no son Madrid o Barcelona; Esa sensibilidad la han tenido todos los presidentes y se ha abogado porque se tenga que pagar lo mínimo, y se harán unos baremos por habitantes y no creo que sea tan grave«.
Y es que, por lo que parece o se filtra o se va sabiendo, se diferenciará entre tres grupos: Las cadenas nacionales, las de ámbito autonómico y las emisoras locales. Hasta ahí las certezas, las dudas son más y las expone, de nuevo, Lafuente:
«Los derechos los tiene Mediapro, la misma productora que tiene los derechos de televisión de Liga y Copa del Rey. Ellos son los encargado de comercializar con los derechos, pero es más complicado que con el tema de televisión, porque como todos sabemos entran varias maneras de hacer radio. Hay quien hace retransmisiones completas, hay quien hace conexiones, quien tiene un ámbito local, quien tiene un ámbito nacional. En definitiva, no se puede medir por el mismo rasero a todas las emisoras y no sabemos muy bien los clubes cuales son las directrices que nos van a dar (…) Eso sí, se va a llevar a cabo esta temporada, porque cuando una empresa ha comprado los derechos es porque pensará comercializar con ellos. Lo que no se sabe todavía es como lo van hacer y qué baremos va a tener. Todo está un poco en el aire (…) Si el modus operandi de Mediapro es el mismo que las televisiones, creo que se va a enquistar el tema».
Frecuencia Digital va más allá y anuncia tres paquetes a elegir:
¿Y el coste? A tenor de lo siguiente parece que será mediante subasta: La nota de la LFP «se reserva del derecho de no adjudicar uno o varios servicios a los que se refiere la presente solicitud en el supuesto de que desde el punto de vista económico las ofertas recibidas no fueran satisfactorias«.
Pese a la promesa de que «será un canon asumible«, las dudas asaltan a cualquiera: ¿Renunciarán cadenas como esRadio o Punto Radio a narrar la liga? Su apuesta actual por el deporte es tibia -esRadio sin programa deportivo nocturno, Punto sin grandes nombres (*escrito antes del fichaje de J.A. Abellán), ambas sin Champions League- pero parece impensable sacar adelante una cadena de radio generalista sin retransmisiones deportivas de fin de semana.
Las habrá que no puedan asumir el coste. ¿Pierde también el fútbol cuando una emisora renuncia a su retransmisión? Pierde eco, eso seguro, pero hacen más fuertes y viables a las que poseen esos derechos. Ahora el fútbol en radio es un bien común, la audiencia elige en base a qué narrador o estilo le gusta más (entre las emisoras que logra sintonizar, Internet aparte). Pronto será un bien escaso y las cadenas que paguen el canon se habrán convertido en Gol TV o Canal + Liga… pero sin coste a quien escucha. Al menos coste pecuniario, pero lo normal es que aumente la concentración publicitaria y el precio de las campañas de cara a los anunciantes. Las cadenas no parecen estar por la labor (o, al menos, preparando la negociación) como demuestran las palabras de Alejandro Nieto, director general de la SER:
«Vengo de Estados Unidos, donde se paga por todo tipo de retransmisiones, pero en España no hay tradición. La guerra de derechos puede hacer mucho daño a los aficionados. Ningún medio debería entrar en esa dinámica».
Y así será. Como ya sucediera en 1989, las cadenas se plantan; No sólo las que conforman la Asociación Española de Radiodifusión Comercial sino que, al igual que hace dos décadas, también las cadenas públicas (RNE y las autonómicas). Todas han firmado un comunicado conjunto frente a la pretensión de la LFP de cobrar un canon por las retransmisiones de los partidos de fútbol. Un comunicado que no deja lugar a dudas pues asegura que no se sentarán a negociar («su pretensión encierra un riesgo de dejar sin fútbol a los oyentes los fines de semana«) pues «la radio aporta una versión subjetiva y personal a cargo del profesional de la información (…) siendo este trabajo la clave de la retransmisión«. El País señala con acierto como la Ley General de Comunicación Audiovisual contempla exclusivamente los derechos televisivos. Recuerda la AERC, además, el alto coste que estas retransmisiones tienen ya de por sí para las emisoras y como la radio hace «una aportación diaria a la animación del espectáculo futbolístico» en una «aportación mutua de carácter beneficioso para ambas partes«.
Frente a estos argumentos, la LFP se compromete a ofrecer «ventajas que faciliten la labor de las cadenas y no de quitarles el negocio«. En este punto Raúl Piña asegura, en plan confidencial, que “las cadenas radiofónicas ya han mostrado su profundo rechazo pero si han de pagar exigirán cabinas de retransmisión decentes, acceso a palcos e inalámbricos en el campo al finalizar los partidos”. Es lo que tiene no citar la fuente, que abre la veda de las especulaciones: ¿Habla el periodista de El Mundo en boca de representantes de Radio Marca con la que el diario comparte grupo multimedia? En cualquier caso, Ángel Glez. Ucelay es de la misma opinión:
«Los clubes de fútbol piden mucho pero no dan nada. No sabéis lo que cuesta hacer un programa de radio cuando la mayoría ponen mil pegas para que puedas entrevistar a sus dirigentes, técnicos o jugadores. Eso sí, luego pretenden que tú les hagas publicidad gratis».
José Manuel Cuéllar, del diario ABC, abunda en el tema:
«Si se negociara ¿a cambio de qué sería? Se supone que de unos servicios en correspondencia a los quince millones que piden. Pero los campos de España son tan ruinosos que acometer una reforma así les costaría mucho más. Las cabinas de radio son unas pocilgas, las zonas mixtas una vergüenza donde además los clubes son incapaces de hacer cumplir a sus futbolistas con la Prensa».
Llega agosto y el asunto no se enfría: José Luis Astiazarán informa de la existencia de «avances significativos en las negociaciones que están manteniendo con los operadores radiofónicos» y éstas desmienten de forma inmediata y tajante tal acercamiento negando la mayor: «No ha habido ningún tipo de negociación entre la LFP«.
Las radios españolas rechazan de forma unánime y sin fisuras la pretensión de la Liga de Fútbol de cobrar por las retransmisiones de los partidos de futbol. ¿Razones? En versión resumida (y editada):
Un conflicto que se enquista
«Si las cadenas están ingresando más de cien millones de euros es lógico que dé un porcentaje a los clubes. Lo único que pedimos es que las radios paguen lo mismo que cuando salen fuera al hacer la Champions o el Mundial, pero se niegan a sentarse en una mesa. ¿Por qué no les importa pagar al Manchester United y sí al Madrid o al Sporting? Los clubes y la Liga reclamamos el veinte por ciento de los beneficios».
“Desde la temporada 2010-2011 Gol Televisión ha establecido acuerdos por los cuales incorpora algunas locuciones radiofónicas a las retransmisiones de los partidos”.
“Para poder incorporar la locución radiofónica a la señal televisiva es precisa una sincronización previa del audio con la imagen. El hecho de que en la última jornada las locuciones se hicieran en base a las imágenes servidas por TV hace imposible dicha sincronización ya que el espectador recibiría el sonido con posterioridad a las imágenes.”
“Gol Televisión ha decidido suspender temporalmente esta opción para no dar a sus abonados un servicio deficiente”.
Es decir, se aplica no sólo a COPE sino a todas aquellas cadenas que no pagan el canon. Aún vestido de explicación técnica se trata de otra forma más de presión.
«Me sorprende que las empresas radiofónicas no pongan el grito en el cielo cuando tienen que pagar derechos por retransmitir un Mundial o una Eurocopa, acontecimientos en los que se dejan una pasta sin rechistar. Además, raro es ya el estadio europeo que no te obliga a pagar por retransmitir un partido de la Champions o de la Europa League, y las radios lo hacen. O sea, que si nos negamos a pagar aquí, ¿ por qué no nos negamos a pagar fuera?. El haber tragado con ello es lo que ha dado razones a la LFP para ahora hacer lo mismo».
20 septiembre, en el 1er Foro de Publicidad en Radio, Paco González muestra un ligero cambio de orientación: «Se puede perder el pulso de pagar sobre la prestación de servicios, pero no el de la negativa a pagar por transmitir«.
1989: Un primer asalto ganado por las radios
«Lo del canon a las radios es algo que en su día ya quiso Jesús Gil y que ahora, se quiere retomar; y es que en las peores vacas flacas que recuerdo en el fútbol hay que sacar dinero de donde sea (…) Me parece que nosotros engrandecemos el espectáculo, hacemos llegar a todas las partes del país el fútbol, (…) No tenemos culpa de que el fútbol esté tieso. Además, creo que lo que paguemos no sería ni siquiera el chocolate del loro. Lo que nos puedan sacar a las radios se lo funden mañana pagando una comisión».
[Paco González en El Partido de las Doce]
No es la primera intentona en este sentido: En el verano de 1989 las cadenas de radio ya se opusieron frontalmente al concurso por los derechos del fútbol convocado por esas fechas. La Asociación Española de Radio Difusión Privada (AERP) rechazó participar en el concurso puesto en marcha por la Liga; Entre quienes tomaron esa decisión nos encontramos con Eugenio Galdón (en representación de la SER), Juan Ruíz de Gauna (COPE) o Manuel Martín Ferrand (por Antena 3). Sí, eran los tiempos de Antena 3 de Radio, Cadena Rato o Cadena Ibérica, todas ya desaparecidas, rebautizadas, transformadas o absorbidas.
La posición conjunta de la AERP (las cadenas públicas fueron invitadas a sumarse al plante) señalaba como “los derechos de uso de cabinas y pases no son más que un mero enmascaramiento (…) del derecho a la retransmisión total o parcial”. Ah, el grupo Dorna, que por entonces poseía los derechos del fútbol en televisión (y actualmente los del motociclismo), pensaba pujar en la convocatoria. El diario El País señaló las claves del asunto:
”Las cadenas de radio también sostienen que una retransmisión radiofónica está incluida dentro del derecho a la libre información recogido en el artículo veinte de la Constitución y en que el derecho a la información es también el derecho de los oyentes a recibir información. El documento elaborado por la AERP también mantiene que, aunque los estadios fueran de titularidad privada, no sólo la radiodifusión es un servicio público esencial, sino que también el deporte tiene un indudable carácter público como prevé el Proyecto de Ley del Deporte y la actividad de los clubes de fútbol está financiada en parte con fondos de origen público”.
Por entonces uno de los dirigentes más guerreros era Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid y capaz vetar la entrada de cámaras a un partido europeo (sólo unos miles de privilegiados/as pudieron disfrutar de aquel gol de Futre). La disidencia era una de sus especialidades como demostró al desmarcarse de la postura mantenida por la Liga manifestando su desacuerdo con el cobro de un canon a las cadenas de radio por la retransmisión de partidos. Así de claro lo dejó en aquellos momentos en la antena de la Cadena SER:
«Acepto la postura de la Liga porque formó parte de un colectivo, pero me la tendrán que explicar muy bien porque no entiendo por qué cobrar a las emisoras cuando son ellas las que mantienen viva la llama de la información de cara a la afición y encima te venden gratis el producto«.
Tenía Gil su parte de razón pero también lo es que no está de más que las cadenas colaboren en el mantenimiento de cabinas de retransmisión e infraestructura tecnológica necesaria para el desempeño de su labor. Eso sí, con derecho a exigir la prestación de esos servicios. Hay quienes ejercen de suppoters (no sin razonamientos elaborados) incluso en este asunto, como este bloguero denominado el Cuco, que defiende una posición que no coincide con la recogida aquí por la declaración del empresario soriano:
«Masacraron a Jesús Gil cuando se convirtió en abanderado de algo tan evidente y obvio como que la retransmisión en directo de un evento deportivo era algo que no solo excedía totalmente lo que es el derecho a la información y que además generaba un flujo económico del que los organizadores del evento podían, en toda lógica, exigir su parte”.
”Aquí no estamos hablando de copias ilimitadas e incontrolables. Aquí estamos hablando de retransmisiones de eventos únicos que tienen interés prácticamente solo durante el tiempo en el que suceden y que, además, son emitidos por canales tan absolutamente controlables que se conceden por decisión administrativa a un número limitadísimo de empresas”.
“Así las cosas, el verdadero valor del canon a las radios y de eventuales exclusividades que puedan darse no va a estar en retransmitir desde una cabina en el estadio (por más que sea superior a comentar desde un estudio siguiendo el partido por televisión), sino en el acceso al terreno de juego, túnel de vestuarios o palco y la obtención de entrevistas y declaraciones tanto en los minutos previos al partido como al finalizar el mismo y en los valiosos -incluso desde el punto de vista publicitario- tiempos de descanso (…) Porque los comentarios sobre las imágenes pueden ser incontrolables pero el acceso al estadio y a zonas sensibles en momentos clave no lo es en absoluto».
El asunto es que me quedo con la duda. La hemeroteca dice que Jesús Gil aceptó a regañadientes el canon a los medios radiofónicos pero lo que se está comentando estos días es que “esta medida ya se intentó implantar en España en los años noventa por iniciativa del entonces presidente de Atlético de Madrid pero quedó en nada”. Sólo un personaje como Jesús Gil es capaz de hacer compatible lo incompatible… ¿Cambió Gil de opinión? ¿Cuándo?
– ¿Pagaréis el canon de la LFP?
– Al final daremos fútbol Sí o Sí
[Conversación en Twitter entre Antonio Escrig y J.A. Abellán, que es quien responde]