El propio dimisionario traza las líneas maestras del futuro inmediato de COPE, que “implicará un cambio de estilo y formato de La Mañana (…) Un formato diferente donde van a primar más temas sociales y menos los políticos, que es por donde va mi estilo«. Buruaga deja paso a un proyecto quinquenal donde juega un papel destacado la consultora Radio Intelligence, que asesora a las cadenas del Grupo COPE desde hace unos años. La empresa de origen sueco presentó un nuevo informe en el que recomendaba para las primeras horas del día mayor presencia de temáticas sociales y ciudadanas frente a las actuales tertulias y entrevistas de contenido puramente político acordes al perfil de Buruaga, que ya cedió la segunda parte de La Mañana a Javi Nieves, que provenía de Cadena 100 donde las recetas de la consultora habían funcionado.
Éstas se están aplicando también en otros tramos horarios de la programación de COPE. El viraje en cuanto a temáticas también se dejó notar en la Cadena SER cuando el segundo segmento de Hoy por Hoy conducido por Gemma Nierga prescindió de Boris Izaguirre o Javier Cansado.
Entre los nombres planteados para suceder a Sáenz de Buruaga constan comunicadores estrella (Herrera, Lucas) y profesionales de la casa como Juan Pablo Colmenarejo -que mantiene un mano a mano con Carlos Alsina en la franja nocturna- o Javi Nieves, que conoce bien el nuevo formato a implantar que comentaba Buruaga pero cuyo talón de Aquiles es, en sus palabras, «la parte informativa«. Su compañero de madrugones parece descartar la opción de Nieves pues se trata de «la gallina de los huevos de oro de Cadena 100» refiriéndose a su doblete diario en el morning show de la cadena musical. Eduardo Fernández y Raúl Piña, periodistas de El Mundo, anuncian como «COPE tiene un proyecto a largo plazo» en ciernes.
Buruaga cierra el círculo
Era la muesca que faltaba en su micrófono: «He pasado por la SER, RNE, Antena 3 y Onda Cero… me quedaba trabajar en la COPE«. Acaba la etapa de Ernesto Sáenz de Buruaga -apurará lo que queda de temporada- al frente de La Mañana de COPE tras el acuerdo amistoso entre periodista y cadena. El burgalés tenía por delante una temporada más firmada pero COPE quiere dar un impulso definitivo al tramo matinal tras los buenos resultados obtenidos por Tiempo de Juego y el acuerdo con Vocento. Los «motivos personales» argumentados por Buruaga se han ido matizando en declaraciones posteriores. El periodista, tras hacer pública su marcha en antena, desgranó los motivos:
«La cadena tiene proyecto a largo plazo con un plan estratégico definido (…) Presentaron un plan a cinco años y yo no voy a estar tanto tiempo ni soy el perfil (…) Querían tener menos información política y yo hago lo que hago. Había una diferencia de criterio (…) Éste es el momento de la despedida, el adecuado tras cuatro años y para cerrar un ciclo espléndido en esta casa».
Sáenz de Buruaga tomó las riendas de La Mañana de COPE en septiembre de 2010, tras pasar años «pensando cómo me gustaría hacer una gran mañana en una radio generalista«. No fue el caso de España a las… en Radio Nacional, donde «hice la mañana pero era una radio muy previsible, se trataba de una estructura noticia-entrevista-noticia«.
Compatibilizó sus primeros tiempos en la cadena participada por la Conferencia Episcopal con un debate nocturno en TeleMadrid o responsabilidades de programación en la desaparecida Veo TV de Unidad Editorial. Buruaga también ocupó en el pasado cargos de responsabilidad como director de informativos de TVE o consejero delegado de Antena 3 TV.
El burgalés acordó en mayo su salida de COPE -donde, asegura, «he sido muy feliz«- cerrando una etapa de cuatro temporadas donde el crecimiento en términos de audiencia ha sido lento. Tras frenar la tendencia negativa de Nacho Villa -que dejó una marca de poco más de setecientos mil oyentes- se sitúa lejos de los niveles alcanzados por Federico Jiménez Losantos. Actualmente La Mañana se sitúa en torno al millón de oyentes tras la incontestable Hoy por Hoy (SER) y Herrera en la Onda (Onda Cero) y por encima de Radio Nacional tras la salida de Juan Ramón Lucas.
Sáenz de Buruaga anunció en antena su marcha con semanas de antelación y Luis del Val -muchos años escudero de Iñaki Gabilondo- puso la guinda en forma de palabras. Lejos queda ya aquel estreno en 2010 cuando un redactor, repasando los mensajes de las y los oyentes llegados durante el estreno de Buruaga, leyó uno que decía: «Sois un poco sosos, prefiero a Carlos Herrera«.
[imagen: COPE]
Hablar de innovación, debate y pluralidad en la Cadena Cope con periodistas como Buruaga es insultar la inteligencia de cualquier oyente que tenga ya experiencia en escuchar todo tipo de espacios y de cadenas. La Cope con o sin la introducción de profesionales estrella como Herrera (que no es conocido precisamente por ser muy «objetivo» a la hora de tratar la información, siendo el sectarismo ultraconservador y el servilismo sus mayores señas de identidad), no deja de ser una cadena radicalizada, ideologizada, ultra, que ha demostrado que tener mayor cuota de emisoras (por motivos ideolóigicos obvios afines, hegemónicos actualmente) y contar con un mejor apoyo económico o institucional, no puede disfrazar su nulo compromiso con la realidad social, económica y política contemporáneas, por no hablar de que a diferencia de su más directa competidora, La Ser, que no hace apología de un partido político en concreto (PP), intereviene en la misma una política tan radical como Esperanza Aguirre, que si por algo se ha distinguido a lo largo de su trayectoria en su presidencia del CCAA de Madrid es por finiquitar y politizar cualquier asomo de pluralidad en la más que politizada Telemadrid, paradigma de los medios de comunicación públicos (financiados por todos) al servicio del interés de su partido. No acabo de salir de mi asombro tal y omo están los medios de comunicación en este país, al identificar cadenas como La Cope con innovación y cambio, estoy perpeleja.
Gracias por tu comentario, Carolina.
La identificación que señalas parte de declaraciones de los propios interesados/as, aquí sólo son recogidas sus palabras.