«No he tomado aún una decisión sobre mi continuidad en la radio (…) Marzo es el mes límite para tomar una decisión (…) Por un lado me apetece seguir en la radio un Mundial más, pero todavía no la he tomado».
El animador de Tiempo de Juego se encuentra en la encrucijada: Además del incentivo de un Mundial de balompié con la selección como vigente campeona -el anterior lo vivió sin Paco González a su lado– están su amor a la radio y la amistad y fidelidad que profesa al actual equipo de deportes de COPE. Por otro están la salud -«Tras el infarto es normal que me lo plantee«, se refiere al que le apartó de los micrófonos varias semanas en 2013- y un fútbol que ha cambiado su planteamiento de explotación como explica a Europa Press:
«Me hace dudar si merece la pena seguir los actuales horarios del fútbol (…) De dos años a esta parte, el rompecabezas de horarios nos ha destrozado los planes (…) Cuesta mantener el nivel de alegría que necesita un programa (…) La culpa la tiene los clubes que, ojalá se hubieran plantado y se hubieran puesto de acuerdo (…) Además, lo que han conseguido es vaciar los estadios, se me cae el alma a los pies al ver los estadios vacíos».
Castaño, cuyo compromiso con COPE termina este verano, abunda en el tema en declaraciones a los diarios del Grupo Joly:
«Estoy en la disyuntiva de continuar o no (…) A veces siento que necesito un domingo libre. Pero es bonito jugar al golf en mi día libre, el lunes, sin nadie alrededor».
En caso de que no siguiera no existe un sustituto o sustituta definido. Gemma Santos, su apoyo actual en TdJ junto a Jorge Armenteros, o Xuáncar González, que desempeña el rol en retransmisiones no futbolísticas, asumieron la responsabilidad en momentos puntuales.
Toda una vida
Pese a que Paco González centró las miradas en las últimas semanas con su ausencia y posterior reincorporación, Castaño también encontró espacio en los medios con motivo de la concesión del Premio Joaquín Prat de la Academia de la Radio. El gallego se mostró modesto e ilusionado:
«Joaquín Prat era mi ídolo. Fue él quien me recibió en Madrid cuando yo llegaba queriendo triunfar rápido. Él me dijo: Ten calma, que llegarás. Era un maestro y un amigo, convertía la radio en espectáculo (..) Mi distinción, mi regalo, es haber trabajado todo este tiempo y casi todos los fines de semana desde 1988. Agradezco los premios, pero nunca pienso en trabajar para recibir premios».
Tras más de tres años de su salida de PRISA Radio, Castaño hace balance en conversación con Francisco A. Gallardo para los diarios del Grupo Joly. Entre lo negativo destaca un capítulo ya conocido: «Con el paso del tiempo notas que hubo cosas que sobraron, sobre todo por parte de ellos, porque lamento no haberme podido despedir con un abrazo de los compañeros. No me dejaron«. Entre lo positivo destaca que dejar la Cadena SER «me limpió por dentro, me reciclé, cambiamos de empresa, de clientes,…«. Castaño no duda en desgranar su amistad con Paco González:
«No provoqué la marcha de la SER, seguí a un amigo en lugar de a una empresa porque era el paso que tenía que dar. Lo de Paco y yo es algo muy especial y también muy difícil. Llevo con él desde 1992 y puedo asegurarte que nunca hemos discutido, siempre hemos mantenido una relación perfecta primero profesional y luego personal. Paco es un tipo de gran valor. Muy humilde, buena gente, es fácil ser amigo suyo. Cuando tuve el infarto fue un punto de apoyo importante para volver en condiciones, aparte de mi familia, claro está. Por todos estos motivos lo nuestro es el resultado de muchos años de trabajo mutuo, de respeto y de cariño«.
La trayectoria radiofónica de Pepe Domingo Castaño ya era destacada antes de formar tándem con Paco González. Su experiencia como showman en la radio musical fue el germen de su estilo de animación publicitaria:
«Ya hacía lo mismo en El Gran Musical, de 1974 al 1979. Cantaba con el público lo de Málaga Virgen, lo de Wrangler, Normaderm,… No tuvo entonces tanta repercusión, pero es mi forma de comunicar. Uno de los objetivos de la música es que los mensajes calen suavemente, que la gente retenga así la marca (…) Se trata de darle ritmo a la radio, darle vida, darle incluso a una noticia categoría de espectáculo».
También coincidió con su maestro Joaquín Prat en la primera etapa de Iñaki Gabilondo en las mañanas de la Cadena SER, una reunión de talento radiofónico que el coruñés explica como «la forma de ir introduciendo a Gabilondo en la franja matinal. Era una prueba porque podía pesar su imagen de hombre de informativos. Yo me fui pronto porque estaba claro que no hacía falta, la labor de Iñaki está ahí para demostrarlo«.
Aquella radio no es la actual atendiendo a las reflexiones de Castaño, consciente de que «ahora con un teléfono móvil puedes hacer diez unidades móviles, en eso ha ganado, pero ha perdido en trabajo, en investigación, en guión, ya no se hace guión«. El animador de Tiempo de Juego, que se muestra inmune a las críticas («Tengo un lema. Ni leo lo bueno sobre mí, que te hace creértelo; ni lo malo, porque lo pasas mal. Pero está claro que no puedes gustar a todos«) también hizo televisión y grabó discos pero «en su día, cuando tuve que decidirme, me quedé con lo que más quería: la radio. No me arrepiento de aquella decisión«.
[imagen: COPE]