«Todavía hay momentos que merecen muchísimo la pena, el otro día escuché una entrevista con Adrián realizada por De la Morena que me llegó. Fue el día de la muerte de los mineros y Adrián es hijo de uno. O un documento en Onda Cero con el montañero Carlos Soria también fenomenal. La radio todavía merece la pena aunque en pequeñas diócesis».
José María García, eso sí, detalló que la expresión «diócesis» no hace referencia a la COPE aunque «el periodismo en un sacerdocio«. Declaraciones de García en Radio Marca con motivo de su septuagésimo cumpleaños, que celebró en una fiesta coronada con una tarta de cuatro pisos y motivos radiofónicos que repasaba su carrera frente al micrófono. Un García que lanzó un piropo a José Ramón de la Morena, con el que mantuvo un agrio duelo en las ondas, y se mostró más comprensivo con las extravagancias de los maratonianos programas deportivos de fin de semana:
«El mundo de la radio ha cambiado; Los programas de Carruseles que antes estaban englobados en unos horarios casi uniformes ahora son complicadísimos para Paco González, Manu Carreño o Javier Ares, que se sientan ahí a las tres de la tarde y tienen que estar hasta las once, es incluso recomendable frivolizar porque estás con un Levante-Osasuna (…) me parece fenomenal quitar importancia porque son muchas horas de radio pero sin caer en la sinrazón».
García arremetió contra las tertulias deportivas televisivas tras confesar que «anoche hice zapping pero no de radio sino de los programas deportivos y me acosté amargado (…) el periodista ha dado paso al hooligan, al ultra y al forofo«. El madrileño se muestra desalentado cuando conecta con estos «espectáculos» y descubre como tertulianos «a gente que han empezado conmigo como Siro López, a mí se me cae el mundo cuando veo algo así«. Frente a ello, García no dudó en alentar a Vicente Ortega y resto de componentes de Radio Marca:
«¿Qué es de la denuncia y la investigación en la radio? (…) El tesoro del periodista es su credibilidad (…) que se consigue con muchas horas de trabajo (…) hay que afrontar las dificultades actuales con entereza, no pasarte al mejor postor, no cambiar tu razón de ser por sol que más calienta (…) Seguid luchando«.
Un regreso que nunca llegó
García asegura disfrutar actualmente de «una vida plena y serena» pero en los últimos años se ha venido especulando con su regreso a la radio. Por entonces el periodista se mostraba más crítico con los profesionales del medio, puñales que ahora guarda para la televisión:
«La radio ha pasado a ser un ‘jijí jajá’: tertulianos que saben de todo y no saben de nada y en cada sitio que van hablan de acuerdo a los intereses sagrados de ese centro mediático; los deportes son un cachondeo, los periodistas se convierten en forofos, en ultras… ¿Qué queda de la radio? ¿Por qué hemos luchado? (…) mayor decadencia es imposible»
Son palabras pronunciadas durante los Cursos de Verano de la Universidad RJC en Aranjuez por José María García: El de los silencios eternos, el más imitado, el auto-proclamado SuperGarcía, el de la sintonía de Simple Minds, el de Antena 3 de Radio y la COPE, el que salió de la SER empujado por Eugenio Fontán y Pío Cabanillas («del señor Cabanillas, ni pío» fue su última frase en la cadena), el de las muletillas inolvidables (abrazafarolas, corre-ve-y-dile, lametraserillos, chupóptero, cantamañanas, bulto sospechoso, juntaletras,…), el que se ganó su mote gracias a un impermeable naranja, el siempre polémico, el adorado y detestado, el destronado por José Ramón de la Morena,…
Años atrás -desde su tormentosa salida de Onda Cero en mitad de la temporada 2001/02- se especuló con la vuelta del periodista madrileño (en una Kiss FM renovada o en Radio Intereconomía). Tras superar un cáncer, los rumores lo situaban en COPE como sustituto de Losantos. García lo dejó claro en TV3 entrevistado por Julia Otero: «Tras cuarenta años frente al micrófono, no tengo mono pero me encantaría volver a trabajar«. Corría el año 2005.
Cuatro años más tarde el programa Callejeros dedica un reportaje al elitista barrio madrileño de La Moraleja y, por casualidad, se topa en un restaurante con García que, en una conversación informal, comenta como «vuelve en enero«. Curiosa paradoja, la noticia salta en Cuatro, es decir, en un medio de, por entonces, su vilipendiado Grupo PRISA (ahora es parte de Mediaset). El reportaje fue grabado meses antes cuando García aseguraba que negociaba su incorporación con tres grupos de comunicación distintos.
Por sus palabras quedaba claro que regresaba a la actividad pero ésta se redujo a su colaboración mensual desde 2010 en El Món a RAC-1 de Jordi Basté:
«He estado a punto de volver en dos o tres ocasiones con un programa informativo (…) Estudié las ofertas con cariño, estaba decidido pero se han producido sesgos penosos (…) y una de las razones de mis éxitos es saber decir no (…) No vuelvo porque la situación es tan dramática que no me encuentro con las fuerzas para plantear batalla».