«La radio está evolucionando hacia la especialización. Las emisoras se multiplican buscando nichos de mercado específicos (…) Vamos hacia la información a la carta y en el dispositivo móvil. Y hacia la especialización por sectores y edades (…) Es un momento complicado, pero apasionante. Las nuevas comunicaciones han incrementado los medios de comunicación. La gente oye radio en el teléfono o ve las series en el iPad.
Por otro lado, Internet sirve las noticias al instante y multiplica las fuentes. Creo que el futuro profesional es de los gestores de redes de información. Para los profesionales clásicos, las redes sociales constituyen una asombrosa fuente de comunicación con los lectores, oyentes y telespectadores».
Es la radiografía del presente y el futuro inmediato que Cristina López Schlichting dibuja para la Agencia EFE. La periodista madrileña cumple su cuarta temporada al frente de las mañanas de los fines de semana de COPE. El espacio, que comenzó bajo la denominación Dos Días Contigo para quedar fijado como Fin de Semana, supera el medio millón de oyentes en sus dos ediciones semanales pero queda lejos de los magazines conducidos por Pepa Fernández (R. Nacional), Isabel Gemio (Onda Cero) o Javier del Pino (SER). López Schlichting también mira al pasado sin perder la referencia del aquí y ahora:
«Cuando comencé mi carrera, a los veintiún años, todo el mundo decía que la radio estaba obsoleta. La prensa escrita era la referencia intelectual y la televisión, el medio de futuro. Salían canales de televisión como champiñones, ahora están cerrando. Actualmente la prensa pasa por muy difíciles momentos, la televisión ha quedado para el entretenimiento y la radio es el medio de futuro. Es sorprendente».
Antes de su ubicación actual, la periodista condujo La Tarde con Cristina durante ocho temporadas, labor que compatibilizó con publicación de libros, colaboraciones televisivas y en prensa escrita: El Mundo, La Razón y el diario ABC. En este último, López Schlichting logró notoriedad profesional: «Soy consciente de habérmela jugado cuando fui la primera periodista en entrar en la ciudad ocupada de Valona, en Albania, disfrazada de monja«. Su libro «Yo viví en un harén» recoge estas y otras experiencias en torno a su oficio:
«Estoy orgullosa de ser periodista. Como decía el gran Manuel Leguineche, lo mío es el reporterismo. Me encanta contar lo que veo y oigo en cualquier parte del mundo. No hay nada como estar donde se producen las noticias. Es un verdadero privilegio. Adoro esta profesión».
Nunca ha esquivado la polémica consciente de que «un periodista que dice no tener posición alguna, miente. Prefiero que se sepa esa posición que fingir una ecuanimidad que engaña» y toma por los cuernos temas espinosos aún en el siglo XXI:
«El machismo está instalado en algunas redacciones. Cuando los hombres no son audaces ni creativos prefieren nombrar hombres para los puestos delicados, les parece más convencional, más seguro (…) Las mujeres los desconcertamos y hacemos que se sientan inseguros».
Cristina López Schlichting es de las que piensan que no está todo inventado en la radio pues «lo humano nunca se agota, sobre todo cuando tiene que ver con la inteligencia, el humor y la creatividad«. Además de ejercitar estas cualidades, su recomendación para la nueva generación de periodistas radiofónicos es clara:
«Más allá de Internet, la cultura se atesora en los libros. Me refiero a un conocimiento profundo de la realidad, a un juicio cultural. De nada sirve saber lo último de Siria, si no se sabe dónde está el país o qué significa en la Historia. También les diría que sólo puede ser periodista el que experimenta curiosidad por todo lo que le rodea. Somos inmensos cotillas, si se me permite la broma».
Esa curiosidad no siempre es satisfecha en un género que practica cada fin de semana la madrileña como es la entrevista:
«Prefiero a los artistas, son más sinceros y están cerca de la belleza. Fue un placer charlar con Antonio López, Jiménez Lozano, Cela o Umbral. Los políticos son áridos para el periodista, te sueltan su rollo y no se dejan interpelar verdaderamente. El político está blindado frente al diálogo. También me encanta la gente de a pie, la gente como yo que protagoniza historias conmovedoras».
Hace unos años, coincidiendo con el comienzo de su etapa matinal, López Schlichting demandaba en las páginas de La Razón otros géneros y contenidos:
«En la radio sobra carga política y falta lo que yo llamaría la radio creativa o de espectáculo. Aunque hay genios, por supuesto: El modo como vende la publicidad Pepe Domingo Castaño, o cómo se ríe de las cosas Carlos Herrera. Pero se han arrumbado géneros más laboriosos, como el reportaje, los trucos de sonido, los teatrillos,…»
[imagen: COPE]