Regresa Juan Urbano en una situación complicada tras ser despedido de “la radio en la que hablaba cada lunes por la noche y del periódico en el que llevaba quince años publicando un artículo semanal“. Los medios se aprietan el cinturón y el personaje creado por Prado, protagonista de otras dos novelas del autor madrileño, se ve abocado a ejercer de hagiógrafo para un empresario de pasado oscuro.
El arranque de la novela sin duda forma parte de las pesadillas de Benjamín Prado, que ha colaborado en Radio Nacional o Cadena SER y escrito para diarios como El País.
“No pueden ni imaginarse a cuántas personas vi cambiar de tono, ponerse en guardia y retroceder de la posición de amigos a la de simples colegas desde que diez días antes me habían llamado de la radio en la que hablaba cada lunes por la noche y del periódico en el que llevaba quince años publicando un artículo semanal, para comunicarme que la crisis les obligaba a suprimir ese tipo de colaboraciones y, en resumen, para dejarme en la calle”.
“Ajuste de Cuentas” nos presenta a un Juan Urbano en un momento de crisis económica, literaria y personal que recibe una oferta envenenada: escribir la biografía de Martín Duque, un empresario y banquero que acaba de salir de la cárcel con ganas de venganza.
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